, por Florestan Fernandes
Los límites de la transformación capitalista, a pesar de la articulación entre clases burguesas nacionales y extranjeras, tenderán pues a escapar del control de la burguesía. En el marco de frustración histórica secular de América Latina y ante los conflictos de un capitalismo monopolista o neocolonial (que aún está por nacer) o dependiente (puesto en marcha y creciendo en algunos países clave) esa pérdida de control podrá convertirse, gradual o rápidamente, en un factor de agravamiento de la lucha de clases y de disgregación acelerada de la sociedad de clases capitalista.
Es imperioso que las clases trabajadoras se preparen para enfrentar tales situaciones históricas —que los sindicatos y los partidos obreros, principalmente, realicen un movimiento simétrico al de las clases burguesas, intentando unifi car sus fuerzas y crear una cooperación efectiva a pesar de las divergencias, para trabar las batallas decisivas de acuerdo con una estrategia propia y dentro de un escalonamiento que posibilite victorias sucesivas. De a poco, con el aumento del espacio histórico y político de las clases trabajadoras, las divergencias podrán fructifi car sin debilitar a sus agentes. Por el momento, estamos frente al inicio de dicho proceso —a pesar de Cuba—, del cual dependerán los límites externos más profundos: el fi n del colonialismo indirecto y el colapso del capitalismo salvaje.
Nenhum comentário:
Postar um comentário